Nuestro trabajo está guiado por un reconocimiento compartido de que el sistema actual de prestación de cuidados en este país tiene sus raíces en el racismo sistémico y defiende prácticas que continúan dañando a las comunidades negras, indígenas y de color (BIPOC). El sistema actual sigue siendo estigmatizante, insuficiente y estrecho, y paga salarios insosteniblemente bajos a los proveedores. Por lo tanto, cualquier paso que demos juntos debe estar al servicio de hacer realidad nuestra visión, en lugar de defender un sistema fundamentalmente defectuoso. No nos quedaremos estancados únicamente en lo que hoy parece “posible”.